lunes, 24 de septiembre de 2007

La nacionalización del dasnevismo...(Diario El Chubut)


COLUMNA SEMANAL DEL DIARIO EL CHUBUT
DE PUÑO Y LETRA

La nacionalización del dasnevismo:

El abultado triunfo del Gobernador lo coloca como presidenciable, por encima de otros gobernadores K como el tucumano Alperovich y el sanjuanino Rioja. La victoria de Das Neves repercutió en Buenos Aires. Y encendió ciertas luces amarillas en la política grande.

Muchas veces...

... en esta columna hablamos de la proyección nacional del gobernador Mario Das Neves, y de sus legítimas aspiraciones presidenciales. Claro que el rotundo triunfo electoral del último domingo lo coloca como nunca antes en un selecto grupo de presidenciables argentinos, de cara a lo que vendrá tras el próximo mandato. Con gestión y números para exhibir, más el alto perfil y el estilo confrontativo que ha cautivado a los electores chubutenses, el Gobernador es uno de los pocos, sino el único, capaz de imponer lo suyo en la mesa chica K.

Garante de gobernabilidad

Los cuatro años que vienen serán duros. Cristina Kirchner, si accede a la presidencia, deberá lidiar con algunos aspectos del gobierno, del país, que su marido, el actual Presidente, ha sufrido menos. El más temido de todos por los fantasmas que genera es el de la inflación, en un país en constante crecimiento y consumo. Y, en la región patagónica, desde el último 16 de septiembre Mario Das Neves ha reafirmado su condición de garante de gobernabilidad. Río Negro es radical, aunque K. Tierra del Fuego saltó a la oposición con una gobernadora del ARI. Sobisch, en Neuquén, es de «otro palo». Y quién sabe qué puede ocurrir en Santa Cruz, donde hoy el matrimonio Kirchner no puede ingresar sin que estalle algún conflicto. En este marco, quien puede marcar el camino en una provincia líder es precisamente Das Neves. Y será el chubutense el garante de la estabilidad en la Patagonia. Tiene buenas relaciones con los referentes rionegrinos de radicales K y justicialistas, y en Santa Cruz es respetado.

Las luces de Buenos Aires


Presencia gráfica dasnevista en las calles de Buenos AiresEn Buenos Aires, donde nos guste o no se decide el destino del país, todo el mundo tomó nota de la victoria de Das Neves, y de las acciones de marketing político que acompañaron su triunfo. El Gobernador se dio el lujo de decir en la mesa de Mirtha Legrand, aunque con sutileza, que está anotado en la carrera grande. Es que el dasnevismo es hoy un aliado táctico del poder kirchnerista, pero con peso propio. Lo sabe Das Neves. Y también Néstor y Cristina, que necesitan del chubutense para mostrar gestión exitosa en los últimos tramos de la campaña nacional. No es ociosa la elección de otro patagónico para acompañar a Cristina con un rol más relevante incluso que el del mendocino Julio Cobos, el radical K que la acompaña en la fórmula presidencial. Según algunos empresarios patagónicos que frecuentan los despachos importantes en la Casa Rosada, el triunfo rotundo de Das Neves, barriendo con la oposición; los «congeló». «Esperábamos un triunfo, pero no por tanto», dicen que dijeron en el poder central. Las mismas fuentes interpretaron que el dasnevismo produjo con su victoria un avance territorial importante. «Mario puede caminar por Santa Cruz con más tranquilidad que Néstor o Cristina», dijeron.

El trío de gobernadores

Si el kirchnerismo se autolimita y no promueve la reelección de Cristina o un nuevo mandato del presidente Kirchner, hay tres gobernadores en buena posición para intentar la carrera presidencial. El principal es Das Neves. Y un escalón más abajo, figuran el sanjuanino José Luis Rioja, y el tucumano José Alperovich, quien también obtuvo una abultada victoria. Desde una perspectiva nacional, eso es lo que dejaron las elecciones provinciales en el calendario electoral argentino.

Una respuesta, una pregunta


La elección del domingo pasado dejó una respuesta contundente y una pregunta de carácter mayúsculo. La respuesta la obtuvo el Gobierno, plebiscitado con una contundencia inapelable por los ciudadanos que acudieron al comicio, quienes además lo hicieron en un alto porcentaje. La pregunta se la formulan en primer término el Gobierno, seguido de ciudadanos, dirigentes, jueces, algunos empresarios, y los periodistas. ¿Cómo es que desapareció la oposición política en Chubut y cómo se sigue para adelante con ese interrogante institucional? Este panorama ha sido planteado en distintos tonos desde la noche misma del 16 de septiembre, cuando el gobernador Das Neves obtuvo el 72 por ciento de los votos y la oposición dividió y subdividió el escaso margen de votantes que optó por alternativas distintas a la oficial. A estas alturas, es claro que los diputados que ingresen por el partido Proyección Vecinal de Chubut deben tomarse, porque así lo han dicho con anterioridad al comicio, como una extensión del oficialismo, por lo que esa mayoría amplísima es una solución y un problema a la vez para el Gobierno.

Trabajo para uno

Es que Das Neves deberá hacerlo todo solo, desde los cambios institucionales que plantea y que exigen una reforma constitucional para ponerlos en marcha, hasta las cuestiones cotidianas de la Administración. Casi todos los resortes del poder han sido puestos en sus manos por los ciudadanos. Un poco por la confianza que ha despertado su gestión de gobierno y otro poco por la defección del resto de las organizaciones políticas, que casi increíblemente subestimaron las señales que enviaba la realidad, con alguna excepción como el ARI a cuyos candidatos no les alcanzó con su militancia para subir algún otro escalón en la política chubutense. Buena parte de la dirigencia del radicalismo pareció confiar en la polarización perdedora y una significativa porción del Pach especuló con la decadencia radical. En base a esos cálculos se diseñaron estrategias que concluian en un escenario similar: El Gobierno ganando por el margen que ganó, pero la primera minoría quedándose con la totalidad del paquete opositor en las instituciones.

La aparición del Provech...

...imaginada por Das Neves y construida por ese incansable ejecutor de políticas que es Norberto Yauhar, dinamitó esas construcciones, a cuyo derrumbe final también contribuyó el ARI. Ese doble esquema derribó al radicalismo hasta dejarlo en una expresión mínima y virtualmente pulverizó al histórico partido provincial, que retrocedió a sus horas más bajas en la política. Los cuatro años que vendrán a partir del 10 de diciembre tendrán entonces el tono fundacional que tanto gusta al Gobierno. Por primera vez en la historia de la provincia, el radicalismo tendrá un rol apenas decorativo y el Pach, un significado aún menor. Dos de las tres fuerzas tradicionales de la política en el Siglo XX, aparecerán casi como un rastro del pasado en la primera década del Siglo XXI, un dato que pocos imaginaban hace menos de cinco años en Chubut.

La «foto» radical

Tres intendentes, cuatro bancas en la Legislatura, un número todavía significativo de concejales convertirían a la UCR en una fuerza significativa, si se la observara como una imagen detenida. Pero si se la mira en movimiento, ese conjunto aparece como lo que es: Los restos en dispersión de una estructura poderosa que no supo asimilar el paso del Gobierno a la oposición, lo que -en una primera mirada- habla bastante mal de muchos de sus dirigentes. Es que la victoria entrega cuotas de poder que permiten la convivencia entre quienes no tienen mucho que ver entre sí, mientras que el trabajo en el llano requiere de esfuerzos conjuntos que sólo pueden hacer los que están convencidos de las ideas que predican. A esa prueba, no la pasaron los referentes de un partido que estuvo 12 años consecutivos en el poder, en los que al parecer no construyó ni un solo lazo sólido con la sociedad, aunque debe hacerse aquí una referencia al exitismo siempre demostrable de los argentinos.

Los espacios necesarios

Por eso una conclusión parece imponerse en el análisis. La reconstrucción del radicalismo no vendrá de la mano de quienes condujeron la campaña electoral o la estrategia global en estos años, pero tampoco la solución aparecerá con aquéllos que sólo ofrecen como salida el subirse al último vagón de la caravana triunfal del oficialismo. Es posible que Roberto Risso no pueda aportar demasiado a la reconstrucción de la UCR. Pero es seguro que tampoco lo hará, por citar otro nombre, Alejandro Papaiani. La mejor alternativa que el establishment radical puede ofrecerle a sus afiliados, es abrir espacios para los que se han ido y para los que quieran llegar. No hay, entre los protagonistas de los últimos años, quien se salve del naufragio. Todos deberían entender que sus públicas disputas, se parecen más a un riña por los últimos restos del desastre, que a un debate constructivo entre dirigentes partidarios.
Hoy, las expresiones públicas del radicalismo sólo oscilan entre la crítica furibunda y la adhesión tímida al Gobierno. Obviamente, ninguna de esas dos actitudes sirven para atraer a los ciudadanos, cuyo desconcierto no es un dato menor de la realidad en Chubut.

FUENTE
fujen

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