
19/10/2007 l 10:31 l Regionales l policiales
POR SU HOMICIDIO
Declaraciones testimoniales y careos por el caso Antilef
Esta semana continuó el juicio oral y público por el homicidio del oficial de policía Octavio Antilef, en Río Senguer.
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De aquel suceso del mes de enero, se escucharon allí once declaraciones y una ampliatoria de declaración además de varios careos entre testigos, a la vez que se realizó una inspección ocular en el lugar del hecho el miércoles, el jueves hubo lectura de pruebas y ayer, alegatos de las partes.
El primer testimonio fue el de Raúl Martín, auxiliar de enfermería en el Hospital de Senguer, quien relató que ese día sonó el teléfono de emergencia a las 8.20 hs. por un accidente en la ruta. “Nos dirigimos con el chofer y el Doctor de turno al lugar del hecho. Le tomamos el pulso pero no tenía, estaba muerto” relató.
Martín enfatizó que tenía la cara muy hinchada y una herida cortante en el mentón, además de sangre coagulada que salía de sus oídos, pero sus manos estaban limpias.

Martín Cabrejas, amigo de los primos Bustamante y conocido de Albistur, declaró que aquella noche se encontraba en Ladrillo disco, “pero me fui antes que cierre”. Había estado comiendo la noche anterior con Maxi, pero no le pidió carne para un asado.
El empleado de la cooperativa de luz de Senguer, Néstor Mesa, sostuvo que conoce a los imputados de chicos y que vio a Fabio Bustamante aquella mañana, como a las 6.30 hs., ya que vive enfrente de su casa.
Al querer interrogar el abogado defensor de Albistur sobre la personalidad de Fuentealba, la Fiscalía y la querella se opusieron a la pregunta, pero el Tribunal sostuvo que la pregunta era pertinente, basado en un criterio amplio de interpretación.
Otro testigo, Germán Barrera, sostuvo que no recuerda la hora en que se retiró del boliche, pero que se fue acompañado hacia la escuela donde vio pasar al patrullero.
Marcelo Rodríguez, albañil, declaró como testigo de actuación del acta que firma que recuerda haber visto a la víctima “al costado del camino con la cabeza medio hinchada”.
En tanto Ariel Larena, estudiante secundario, también concurrió al local bailable con unos amigos pero se retiró solo. “Estuvimos charlando en la esquina y vi pasar el patrullero”, indicó.
Finalmente, otro de los que fueron requeridos para declaración testimonial fue el padrino de Maxi Bustamante, quien es el dueño del Boliche “Ladrillo”, es Néstor Segovia, quien declaró que no se encontraba aquella noche en la localidad, pero que su esposa que estaba a cargo y no le comentó sobre ningún incidente esa noche. Dijo también que Fuentealba en un momento tuvo suspendida la entrada al boliche por una pelea.
FUENTE EL PERIODICO AUSTRAL DE SANTA CRUZ
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